Santa Cruz de La Palma
Barroco y Renacimiento rodeados por el mar
Llegar al puerto de Santa Cruz de la Palma, en las Islas Canarias, a bordo de un crucero MSC es una experiencia increíble. La ciudad fue fundada dentro de la Calderata, un antiguo cráter volcánico con una altitud de 1800 m que protege del viento a los barcos que atracan en su muelle.
La historia de Santa Cruz de la Palma, antaño una importante parada en la ruta comercial hasta las Indias Orientales, trajo consigo la construcción de numerosas fortificaciones, como el Castillo de Santa Catalina o el Castillo de Santa Cruz del Barrio, construido en la segunda mitad del siglo XVI para defender Santa Cruz de Palma frente a los piratas.
Sin embargo, el legado histórico del centro de la ciudad, presente casi en cada esquina, data de las épocas renacentista, barroca y clásica. Merece la pena perderse entre las calles, aunque solo sea para admirar los originales balcones de las casas, como el de la Avenida Marítima.
Plaza de España, sede del edificio más representativo del Renacimiento, es el centro de la ciudad. Allí podrás ver la iglesia de El Salvador, construida en 1497 en honor a la victoria de Cristo sobre la muerte y cuya puerta recuerda un arco de triunfo romano.
Su austero campanario también es interesante. También puedes ir de excursión al santuario de Nuestra Señora de las Nieves, venerada desde la llegada de los primeros españoles a las islas. El santuario fue construido en un floreciente entorno natural y es hoy en día el edificio más importante dentro de una serie de monumentos de gran valor histórico, cultural y artístico, entre los que se encuentran además la Casa de los Romeros (casa de los peregrinos del siglo XVII) y la Casa Parroquial (siglo XVIII).
Los amantes de la naturaleza podrán ir de excursión al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, una gran cuenca originada por el colapso de un antiguo volcán. El parque también contiene varios manantiales y arroyos cuyas aguas están teñidas de color naranja y esmeralda.